La
parte de A Nuestro Aire que tenía que escribir la primera receta con
PAP esta tardando mucho … si, vale, trabaja muchísimas horas y
encima está con bronquitis pero … estamos viendo que va a llevar mejor lo de
trasplantar las plantas que lo de escribir su libro de recetas
jajajajajaja.
Mientras
esperamos su entrada, que todo sea dicho es uno de sus platos
estrella, vamos a crear la primera entrada.
Os
acordáis que pasaba en los anuncios de “Donettes” cuando se abría un paquete? Pues en nuestra casa con este bizcocho de nata pasa lo
mismo. Es meter uno en el horno y a la media hora empieza a sonar el
timbre … casualidades???? o es el olor que se dispersa por las
calles de Barcelona? Jajaajaja.
Bizcocho
de Nata
Es
un bizcocho que soporta bien la decoración de fondant, pero eso si,
cuando se saque de la nevera bañarlo bien en almíbar cortándolo en
varias capas para que no quede seco.
Aunque
como mejor está es recién hecho acompañado de un buen café, té,
chocolate...
Estas
cantidades, si el pastel es para decorar con fondant, son para un
molde redondo de 18 aproximadamente, aunque puedes adaptarla a la
medida que necesites. En nuestro caso estas fotos están tomadas con
los ingredientes duplicados, era un molde rectangular y de 25.
En el caso que sea para mojar con la leche … os recomendamos que lo dividáis en varios moldes, porque seguro que quien venga se lleva uno
En el caso que sea para mojar con la leche … os recomendamos que lo dividáis en varios moldes, porque seguro que quien venga se lleva uno
La
receta base está sacada de la Leopard Print Cake del Rincón de Bea.
Algún día aprenderemos a poner lo de pincha
aquí para que enlace con el sitio, mientras esto pasa ... copiaremos el link entero http://www.elrincondebea.com/2012/07/leopard-print-cake.html
Y
vamos con la receta
Ingredientes:
250
gr. de mantequilla (a temperatura ambiente)
325
gr de azúcar
490
gr. harina de trigo normal
1
cucharadita de extracto de vainilla
½
cucharadita de bicarbonato
250
ml. de nata fresca
125
ml. de leche (nosotras utilizamos entera, pero ahí va a gustos)
Pre-calentamos el horno a 175 grados calor arriba y abajo sin aire. (OJO!
Cada horno es un mundo, nuestro punto es ese pero eso no significa
que el vuestro sea igual puede ser 170 como 185 grados).
Normalmente
la gente llegado a este punto primero prepara el molde con el spray,
o con mantequilla, harina, papel ... a nosotras personalmente no nos
gusta hacerlo antes. Al echarle el spray o untar la mantequilla en el
molde cualquier partícula de lo que sea puede caer dentro y se queda
pegada, así que lo hacemos al final. Pero eso ya son manías de cada
uno.
- En un recipiente grande tamizamos juntos la harina, la levadura y el bicarbonato. Lo reservamos
Nota: Truco para que vuestros tamizadores sobrevivan … No lavarlos!!!! No, no nos hemos vuelto local.
No
se si será vuestro caso, pero nosotras tenemos un tamizador
exclusivo para harina, pues la mejor forma de conservarlo es
sacudiéndolo muy bien y pasándolo luego un papel de cocina seco. De
esta forma evitáis que se taponen los pequeños orificios. Cuando
los lavamos (tanto a mano como en el lavavajillas) los agujeros se
van obstruyendo, así que probarlo y ya nos contareis.
- En una jarra mezclamos la nata con la leche y también reservamos.
- Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla este esponjosa y blanquecina.
Primero batir a velocidad baja para que el azúcar no salga disparado, luego podéis subirlo a velocidad media.
Aproximadamente
de 3 a 4 minutos, todo dependiendo de que batidora que utilicéis. La
nuestra es una que vende el Lidl y estamos encantadas con ella.
(licua, bate, ralla … solo le falta planchar jejejeej)
- A esta mezcla vamos añadiendo los huevos de uno en uno y un poco batidos. No añadir el siguiente hasta que no este integrado el anterior.
Por
higiene y para que no se contamine nada os recomendamos no cascar los
huevos directamente en el recipiente que estáis utilizando la
mezcla. En la cascara del huevo se encuentra la toxina que produce la
salmonelosis y ¿no queremos sustos verdad? Pues vamos a utilizar 2
cacharitos más: uno para cascar el huevo y el otro para dejar caer
lo de dentro.
Y
ahora pensareis “2 cacharitos más para fregar? Que palo” pero
hacernos caso uno de nuestros niños, hace años, cogió esta
enfermedad en un restaurante por un mal rebozado. Lo peor ya no son los días de hospital y todo lo que le metieron no, es que desde
entonces el estomago lo tiene resentido, así que … mejor fregar
los 2 cacharitos, verdad?!
- Añadir la cucharadita de vainilla
- Añadir 1/3 de la mezcla de la harina y batir a velocidad baja. En este punto tener cuidado porque la harina siempre se quiere ir de paseo, nosotras utilizamos un paño limpio para tapar bien la maquina durante unos segundos, así no ensuciamos tanto
Nota:
A que es una monada nuestro trapito?!!! regalo de nuestros
maravillosos ahijados. La pequeña Leyre, con 2 añitos, es una de
las devoradoras oficiales de este bizcocho jejejeje
- Añadir la mitad de la mezcla de la nata con la leche y seguir batiendo a velocidad baja
- Hay que ir alternando los ingredientes pero eso sí, terminando siempre con la harina.
- Ahora si, engrasamos el/los molde/s y metemos toda la mezcla dentro
Nos
vamos al horno y, horneamos por unos 45 minutos o hasta que al
pinchar con un palillo este salga totalmente seco.
Dejar
enfriar sobre una rejilla por un periodo de unos 5 minutos. Después
desmoldar y lo dejamos enfriar totalmente (eso
si conseguís que no se lo coman antes)
A
tener en cuenta:
No
abrir el horno nunca antes de los 25/30 minutos porque sino se bajará
el bizcocho.
Pinchar
en el centro y, para aseguraros que está bien hecho, pinchar en
varias partes.
El
palillo tiene que salir seco, pero si sale completamente limpio es
que nos hemos pasado de horneado. Es mejor que salga con alguna
miguita pegada (Pero sólo alguna, no todo el palillo!)
El
bizcocho caliente … puede hacer pupa en la barriguita jajajajaaja.
Si
es para decorar:
Desmoldar en caliente, casi recién salido del horno. Dejar enfriar en la regilla durante unos 5 minutos. Pasado ese tiempo liarlo bien en papel trasparente y directo al congelador. Con esto conseguimos que toda la humedad del bizcocho se quede dentro y, al descongelarlo esté como recién hecho.
Para descongelar y poder trabajar con el, hay que pasarlo del congelador a la nevera durante unas 6 horas.
Para descongelar y poder trabajar con el, hay que pasarlo del congelador a la nevera durante unas 6 horas.
Bueno,
creo que para ser la primera entrada no nos ha quedado tan mal... que
opináis vosotr@s?
Ahora vamos a montar las otras super recetas...
Ahora vamos a montar las otras super recetas...
Hasta
pronto
Besitos
Dulces
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